LA HAZAÑA DE EDUCAR BIEN A TODA COSTA

Esta editorial, la escribo a raíz de las opiniones de un Senador de la República, quien expresó que hay que barrer con todo lo que se ha construido en educación. Yo no soy político gracias a Dios, pero soy maestro, porque me prepararon para ser maestro. Me enseñaron a sembrar en conciencia y conocimiento, por eso, esta editorial pretende reflejar cómo debe ser un buen sembrador, y aclarar que ningún método es mejor que otro, que ningún alumno es mejor que otro, sólo tienen distintas motivaciones e intereses. Descubrirlas con esmerado afán, es misión de los maestros, nada más y nada menos. La política, nada tiene ver aquí, sólo las políticas educativas, las que son generadas por los verdaderos actores de esta gran odisea de enseñar.

Todos sabemos que hay muchas cosas que nos enseñaron, que no es conveniente enseñar, y la paradoja es que tenemos que educar a otros para un mundo que no vamos a conocer. Algunos hemos crecido y sido educados en un período de absolutismo y hemos tenido que preparar a otros para la democracia y las libertades. Los maestros deben disponer de períodos para reciclar sus conocimientos pedagógicos, de tal modo que puedan volver a ponerse al día. Eso es algo obligatorio para todos nosotros. Cualquier persona que entre en relación con la enseñanza sabe que su tarea, de transmitir y de asimilar, es inacabable. Una persona que vive de enseñar tiene que estar constantemente abierta a todos los conocimientos, las enseñanzas y lo que pueda mejorarlo como profesor. Cuanto más sabemos enseñar, más nos convencemos de lo que nos falta por aprender.

¿Cuál es la función del maestro en la equitatividad?

El maestro puede contribuir a formar personas más inclinadas hacia la justicia, la curiosidad y la laboriosidad, pero hay muchas otras claves que están en la sociedad: Económicas, laborales, etc. El maestro intenta preparar a las personas para que sean un poco mejores que el promedio de la sociedad a la que van destinadas; ahí es donde se da, en cada caso a su modo, la interacción entre lo social y lo personal. Una cosa es que la enseñanza sea muy importante y otra suponer que es omnipotente.

La labor educativa es todo lo contrario del autismo, y no puede ser algo que se separa y que se convierte en una especie de reino aparte, que no da cuentas a nadie de lo realizado o logrado. Lo primero que tendría que haber, es una relación muy fluida de comunicación entre la administración, la sociedad y los maestros, para que no vaya la sociedad por un lado y los maestros por otro. El maestro no es el inventor de la educación, sino un educador de la gente que la ejercita, de acuerdo con la orientación que la sociedad decida darle en cada momento. No se educa en abstracto, se educa para intentar mejorar la sociedad y crear personas capaces de vivir en ella. Los objetivos de la educación deben ser una preocupación pública, que esté en los ministerios y en sectores influyentes. El maestro debe ser el agente que pone en práctica lo que los demás han propuesto o teorizado, y de alguna forma su responsabilidad es entrar en contacto, comprender, aceptar y colaborar con el perfil de ese contenido que se trata de transmitir.

Debe haber algún mecanismo de inspección, de interacción, de coloquio con los padres, con las autoridades docentes, etc., para saber que la tarea se está realizando con normalidad, aunque los resultados del maestro y de la educación se vean sólo a largo plazo. No se puede de un día para otro determinar qué éxito ha tenido la enseñanza. El maestro no es un hipnotizador, sino alguien que hace el esfuerzo por facilitar el aprendizaje; pero quienes aprenden son los alumnos.

Lo importante es que mantengamos la convicción de que hay que ser ultramodernos en los contenidos tecnológicos, en los contenidos científicos, en la utilización de aparatos que puedan ayudar a la transmisión de conocimientos, y por otra parte debemos ser clásicos en la defensa de los valores esenciales, porque esos valores no se han transformado.

Por ejemplo, hay quienes miran con desconfianza y horror los computadores y la internet; lo ven como una obra del demonio que los va a desplazar; ese es un planteamiento completamente erróneo. Y lo otro es la mitificación de los medios que dice: "Vamos a mejorar la educación, vamos a poner un computador a cada niño en cada lugar". Es estupendo que el niño tenga un buen computador, un buen lápiz, e instrumentos adecuados. Los maestros tienen que saber que el computador forma parte del paisaje y que se deben mover en ese paisaje. Pero además está la educación y sobre todo los valores, pues la idea de que sólo aprendemos a vivir del contacto con nuestros semejantes, o de la perfección de un programa de computación, no es correcto. Nosotros también aprendemos de la imperfección del ser humano, por eso el maestro es insustituible, pues sólo las personas pueden enseñar a vivir a las personas. 

Efectivamente hoy se cuenta con mucho apoyo mediático, el que en ocasiones puede aliviar la tarea del maestro y ayudarle a explicar, a mantener la atención de los alumnos, pero también es conveniente decirle a los estudiantes que aprender es una responsabilidad de ellos, de nadie más, con o sin apoyo, con o sin las condiciones adecuadas, después de todo quienes hoy somos padres, jamás vimos un computador, ni un data, ni un furgón escolar, pero igual aprendimos, era nuestro objetivo, para eso madrugábamos, para eso íbamos a la escuela a pie, con o sin lluvia, para aprender, y nadie nos daba un dulce por hacerlo.

Hay otros que sostienen que el espacio escolar tiende a desaparecer, y que hay que pensar en una relación distinta con los estudiantes. El hecho de que el niño, el adolescente, salga por primera vez de su mundo familiar afectivo, y se encuentre con el mundo de lo público, en el que se exigen el respeto y la convivencia dentro de un aula con otros que no son sus parientes, y que han llegado por el azar de la organización de la enseñanza, es algo pedagógicamente insustituible. Si el niño se queda en su casa y desde allí le llegan las noticias, eso no es una enseñanza educativa en el sentido pleno de la palabra, porque el alumno debe interactuar con sus pares de manera social, y de manera cognitiva, debe desarrollar la capacidad social de relacionarse.

La concepción del papel del maestro ha cambiado con el tiempo, y el maestro se ve en ese dilema de tener que ser autoritario o ser amigo. El maestro no es un tirano sino una autoridad. El tirano quiere conservar a todo el mundo convertido en niño, mientras que la autoridad ayuda a crecer e implica un acompañamiento. El niño está en un mundo que ya tiene exigencias; de alguna manera el mundo no se ha inventado para complacerlo, sino que tiene que conocerlo y comprenderlo para entrar en él. Los compañeros dan un sentido de pluralidad generacional y el maestro representa las generaciones anteriores. Es decir, de alguna manera, se encarga de representar la realidad por la vía del conocimiento. Todo esto está unido a la responsabilidad, a la ética de la labor educativa y a la vocación, por lo tanto, la genuina tarea del maestro es la verdadera preocupación por el otro, que es el más alto nivel de moralidad. El hombre moral por lo tanto, es todo aquel que se da a la persona y por la persona.

La educación es uno de los símbolos de la preocupación por los demás. Es importante que el maestro tenga vocación y gusto por lo que hace, como también lo es el que sea tratado de acuerdo con el esfuerzo y la gran dificultad de su tarea. Si comprendemos el término maestro en un sentido más amplio, como el de la persona que enseña a otros, entonces en nuestras sociedades democráticas todos somos maestros, unos de otros, para ayudarnos a comprender y a vivir en lo real. Y no es lo mismo ejercer esa función desde la paternidad, desde un papel público, o desde la persona que académicamente tiene que afrontar una clase, porque eso es sólo conocimiento, y la educación quiere mucho más, lo quiere todo.

El maestro debe entender el mundo del niño, el maravilloso mundo del educando de hoy, y para eso, debemos verlos como seres humanos complejos, pero abiertos al conocimiento y la doctrina. Hablamos de un ser humano y por lo tanto de un ser histórico; los niños del siglo XIX no son iguales a los de ahora, del siglo XXI, que nacen con la televisión puesta, en un mundo de libertades que no teníamos en otras épocas. Los niños no son seres al margen de sus condiciones sociales, culturales y familiares. Debido a esta brecha que nadie toma en cuenta, el maestro debe necesariamente buscar un lenguaje común con los niños, un lenguaje que los dos entiendan, pero además que a los dos les interese

Todos sabemos que vivimos en un mundo apresurado, de urgencias e inmediatez, y eso afecta a la educación de una manera o de otra. El que no quiera verlo es un tonto, o sencillamente no es un maestro. Ojo que el título no te da nada más que el permiso para meter tu nariz en la educación, sin embargo la manera en que aportes o destruyas, corre por tu cuenta, y es una responsabilidad que cargarás en tus hombros el resto de tu vida, con amargura o con alegría, sólo el tiempo te lo dirá, sin embargo nadie le devuelve el tiempo ni al maestro ni al alumno para enmendar un destino ya trazado.

Estos son elementos que conspiran contra la importancia pública de la educación, cuya necesidad es inmediata, pero no sus resultados. La sociedad lo que quiere es un rendimiento inmediato y como eso no pasa, hay una sensación de frustración, de inutilidad. En definitiva, yo estoy convencido que el desarrollo de la cultura y el conocimiento, aparecen como un lujo frente a la urgencia, a la incontinencia de resultados de nuestras autoridades políticas, quienes quieren mostrar resultados para aparentar sapiencia, y justificar el horizonte hacia donde decidieron caminar.

¿Qué queremos de la educación hoy?

Esa pregunta sólo la podemos responder juntos como sociedad y está sujeta a debate. La educación es el cultivo de la humanidad. Entonces, ¿cómo cultivarla en las condiciones presentes? ¿En qué vamos a insistir? ¿A qué le damos prioridad? Hay muchas cosas interesantes que enseñar, pero debemos distinguir entre lo interesante y lo imprescindible. Esto último, es ser capaz de comprender y de expresarse, dos capacidades básicas para moverse en una democracia. De ahí que sea fundamental la enseñanza de todo lo referido a la comprensión y utilización argumental de los lenguajes, ya sean simbólicos o formales, así como la de los conocimientos científicos elementales: Historia, física, medio ambiente etc. Y luego, poco a poco, la formación ética, ciudadana, en aquellos valores que son compartidos por todos.

La moral, el aprendizaje culto, el aprendizaje práctico, y aprender a vivir la vida, este es el real valor de educar, y aquí quiero ser muy sincero; me parece sorprendente que por un lado la educación sea considerada como el remedio universal de todos los males, y por otra parte que la gente no se preocupe realmente de la educación. Se debe conceder cada vez más importancia al papel de la educación y de los maestros en la sociedad. La educación ha pasado de ser algo accesorio y que entretenía a los niños y los hacía crecer, a convertirse en algo radical y decisivo en la vida de cada uno.

Hay que potenciar en quienes aprenden la capacidad de preguntar y preguntarse. Es parte de esa vocación de aprender. Las verdaderas preguntas están movidas por el interés y la curiosidad por las cosas y no simplemente por el deseo de causar efecto o de exhibirse. Esas preguntas son las que orientan al educador respecto a qué es lo que tiene que ofrecer a su educando y saber dónde debe insistir, dónde están los problemas y dónde hay menos conocimiento.

Los conocimientos entregados por el maestro, deben ser para toda la vida, deben ser incrustados muy dentro del ser del alumno, y jamás entenderlos como parte de una nota o calificación, la que luego de obtenida, deja volar lo enseñado para nunca más volver. Estudiar con entusiasmo, estudiar con amor y vehemencia, estudiar con respeto, esa es la tarea de un maestro, eso es lo que debe lograr de sus alumnos, después de todo, está sembrando en mentes y conciencias, es un sembrador, pero por la importancia de su trabajo, debe ser siempre el mejor, y de no ser así, debe dar un paso al costado, porque lo que hace no es juego. La vida y destino de sus alumnos, no es algo que se pueda enmendar después. En educación el daño o el logro, son las dos fuerzas que se miden a diario, y pelean por imponerse. Para cada maestro o maestra, está claro que nunca hay empates.
Iván  Quintana                                                  PROFESOR, LICENCIADO EN EDUCACIÓN
LICENCIADO EN ALTA GESTIÓN AMBIENTAL
FACULTAD DE CIENCIAS BIOLÓGICAS Y FÍSICAS
UNIVERSIDAD CATÓLICA

EL DESPROLIJO NOMBRAMIENTO DEL GOBERNADOR DE ÑUBLE

Ya es oficial, Ñuble tiene un nuevo Gobernador, Cristián Fernández, quien le hace el guiño al M.A.S, luego de haber sido militante de la Democracia Cristiana, para posteriormente haber sido acogido por el PPD.

Lo que queda claro, es que el Senador Navarro, sin duda tiene fuerza política, ya que logró insertar a uno de los suyos en el cargo de mayor poder de la Provincia, y que la presidenta, nuevamente se vio alcanzada por la premura del tiempo, teniendo que delegar en otro personaje la revisión de los futuros Gobernadores. Producto de esto, la lista de los elegidos ya presenta 4 lesionados de muerte. Hoy estos funestos casos de desprolijidades políticas, sin duda dan paso a algunos medios, menos comprometidos con grandes poderes, y más cercanos a la gente, a ser la punta de lanza que dé cuenta de esta patética realidad.

Que fatalidad y decepción se puede observar en las caras de aquellos que esperan pacientemente que los llamados grandes medios, dejen su obsecuencia y zalamería, para pasar a ser quienes informen realmente, que informen los problemas éticos en algunos nombramientos, sin embargo no ha sido así. –Sólo los hemos visto correr a entrevistar y aceptar lo que les han puesto por delante. ¿Dónde está el periodismo investigativo?, ¿dónde está oculta la verdadera noticia? ¿dónde está la memoria colectiva?

Las noticias no las crean lo medios, pero deben informarlas, y con decepción hemos esperado que alguien informe lo que realmente se teje alrededor de la nominación del nuevo Gobernador de Ñuble. Estos casos de ausencia lógica, o amnesia temporal, por parte de quienes eligen a nuestras autoridades (en Santiago) son patéticos, y dan sala para sacar las verdades desde las alcantarillas, donde el olor es malo y la realidad es fea.

El Gobernador de Ñuble, no tiene ninguna opción más caballerosa y obligada que dar un paso al costado, y con eso dar una muestra genuina de su ya cuestionada probidad. No tiene nada que esperar, ya que el M.A.S, le quitó el piso, sin embargo, él sabe que más que eso, lo que pasó, es que ese partido patrocinante, sólo se jabonó las manos ante las publicaciones de medios capitalinos, donde se cuestionó seriamente el nombramiento de Fernández.

Una verdadera vergüenza, tener que esperar a que Santiago nos recuerde el pasado reciente, una verdadera vergüenza no haber alzado la voz en el momento del desatino presidencial en nuestra propia provincia.

El Gobernador Fernández sin duda vive sus últimas horas como autoridad, y si no fuera así, es necesario recordar que el pueblo no debe temer a sus gobiernos, los gobiernos deben temer a su pueblo.

Pero toda esta palabrería es redundante, ya que los medios y la Provincia de Ñuble, ya conocían desde hace tiempo al nuevo Gobernador Fernández, quien anteriormente fue alcalde, y aquí dejamos una síntesis de un diario de circulación nacional, fechado (Viernes, 17 de Noviembre de 2006), sólo con el ánimo noticioso de refrescar la marchita y vetusta memoria de militantes del P.P.D, que miraron para el lado en un silencio cómplice, al igual que la D.C y quizás también un ignorante y poco asertivo M.A.S, quienes optaron por bajar el perfil de la situación, pero al ver que ya era todo un escándalo nacional, decidió solicitar a Fernández que diera un paso al costado, algo que para Fernández no suena bien, por lo tanto aún sigue aferrado, y esperando la gran voz suprema de Santiago, quien tendrá la última palabra.
Dignidad es lo que falta aquí, mucha dignidad, y capacidad para reconocer que ya se está solo. 

TITULAR DEL DIARIO EMOL (17 de Noviembre de 2006)
Destituyen a alcalde DC de San Fabián por irregularidades.
Por una serie de irregularidades que se diluyen en 23 cargos, el consejo municipal en pleno solicitó este viernes la destitución del alcalde de San Fabián de Alico, provincia de Ñuble, el DC Cristián Fernández Gómez. Según informó radio Digital FM, la acción solicitada al Tribunal Electoral Regional se sustenta por constantes fiscalizaciones y por informes de Contraloría que avalan el notable abandono de deberes de parte del jefe comunal. El diputado Nicolás Monckeberg, quien respaldó esta acusación valoró la lucha contra la corrupción.
"Yo creo que hay que ser honesto, esto no es un problema de las leyes malas, aquí el problema es que llegan funcionarios a ocupar cargos que nunca debieron haber llegado, que llegan por pituto, que llegan por sus contactos políticos y que después se olvidan de la gente y después se dedican a ser alcaldes para sí mismos o se dedican a ser funcionarios como lo hemos visto en Chile deportes, para asistir a un partido en particular. Y por eso para poder parar la corrupción se requiere que todo Chile existan ejemplos como el que hoy día da el concejo municipal de San Fabián”.
Entre los cargos a los que se enfrentará el alcalde cuentan modificaciones presupuestarias unilaterales, inasistencia a reuniones al concejo, llegándose a contabilizar 16 inasistencias seguidas sin justificación y pagos irregulares sin acuerdo del concejo.

Finalmente Fernández fue sobreseído, sin embargo, la transparencia, la inmaculada y noble historia de un representante del Gobierno, de un representante de la Presidenta de la República, no debe tener ninguna mácula, absolutamente ninguna.

IVÁN QUINTANA
DIRECTOR TEJEMEDIOS


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