Cambios climáticos, perros callejeros, muertes por virus hanta, ácaros en los hogares, contaminación del aire, del agua, del suelo, de los cultivos y sobre todo la contaminación provocada con el fin de entregar un bienestar inmediato a las personas. La inmediatez y la necesidad, parecieran ser el aval perfecto para dar luz verde a lo que sea y la ignorancia en algunos casos, actúa cono el caldo de cultivo para una maza afiebrada y ansiosa de ganancias personales.
PRIMERO APRENDAMOS ¿QUÉ ES LA ECOLOGÍA?
La Ecología, según la definición que manejamos quienes hemos estudiado la disciplina de manera formal, es el estudio científico de las relaciones entre los organismos y su ambiente. -Esta definición es solamente correcta si se consideran los términos “relaciones” y “ambiente” en su acepción más amplia. -Me explico-, El concepto ambiente incluye no sólo las condiciones físicas, sino también las condiciones biológicas en que vive un organismo y también nosotros. -El vocablo relaciones abarca en este caso las interacciones de los organismos tanto con el mundo físico, como con los miembros de su misma especie y con los de las demás especies.
Por otra parte y de la misma manera, el término Ecología deriva de las palabras griegas Oikos, que significa “casa” y logía, que significa “estudio”. Literalmente, la ecología es el estudio de la casa. El término fue acuñado originariamente por Ernst Haeckel en 1866 y lo llamó Oecología (Ökologie) y definió su ámbito de aplicación como el estudio de las relaciones entre los animales no pensantes, los seres humanos pensantes y el ambiente donde viven, se aparean, se alimentan y mueren.
Es curioso que una ciencia tan compleja e interdisciplinaria, que reúne a la (biología, química, física, geología, bioquímica, fisiología, genética, biología molecular, entre otras), como es la Ecología, haya adquirido la gran importancia que tiene hoy en día sólo a partir de hechos negativos, como son las acciones destructoras que se han ejercido sobre el maravilloso equilibrio de la naturaleza y en especial por la contaminación de la biósfera. De ahí que no hay que extrañarse que una buena parte de los estudios ecológicos estén integrados no solamente por lo que se refiere a la estructura y función de la Naturaleza como un todo indisoluble, que sería una forma de definir lo que es la Ecología, sino también por todo aquello que interfiere en los procesos naturales y que en el fondo significa una alteración de la capa biosférica, que es donde se asientan los diferentes biomas de la tierra, integrados por múltiples Ecosistemas que, como se sabe, contienen una parte viva o biocenosis y una parte no viva denominada biotopo.
LA MORAL EN EL MEDIO AMBIENTE
Todo lo que expliqué de manera muy simple, hasta el momento es la parte científica y técnica del Medio Ambiente o Ecología, sin embargo existe otra parte, otro componente que es poco consultado y que debería ser su sustrato, su agente catalizador…Me refiero a la Moral, como sea que cada uno la entienda…eso da lo mismo, porque su sola presencia cambia la forma y la percepción que se tiene de un tema o acción específica. ¿Hasta qué punto nos obliga moralmente la defensa del medio ambiente? ¿Tenemos la obligación moral, como cristianos, como hombres, y mujeres de bien, a defender la vida y atacar aquello que la corrompa aunque sea suavemente? no incluyo, en este grupo, a Mr. Algore, quien sin duda contamina más con su avión que muchas fábricas que él ataca. ¿Puede la conciencia, o Dios, para los que cuentan con la divina Fe, pedirnos cuentas, por el medio ambiente, por los lagartos de Australia, por las ratas chilenas, por los saltamontes chinos, por la contaminación de las fábricas, Industrias, Centrales del mundo etc ¿Quién da una respuesta?
-Cuando en el Génesis Dios da al hombre la señoría sobre el mundo, sobre los seres vivos, nos da la oportunidad de mostrar con nuestro obrar lo que somos, quiénes somos. -Dios crea y cuida del universo, de sus criaturas y nos muestra su amor y la perfección de sus obras.
¿PERO QUÉ HACEMOS NOSOTROS?
En lugar de seguir sirviendo como lo hizo Jesús, usamos, abusamos, machacamos, robamos, destruimos, cosificamos.... olvidando que somos tierra, que hemos sido creados como todas estas mismas criaturas que el padre nos ha confiado administrar. -Nos permitió darles nombre, lo que supone, conocer, cuidar, reconocer su valor... y reconocernos con humildad, como hermanos de los seres creados, no como dueños, patrones o tiranos.
En el mundo que debemos cuidar, que debemos amar, el fruto de nuestras acciones de tiranía finalmente nos destruye a nosotros, destruye la armonía y la belleza, destruye nuestra felicidad, y permean nuestra calidad de vida, y aun más, finalmente destruye nuestras propias vidas... “Por el fruto se conoce al árbol”
¿Qué estamos haciendo con la Tierra? ¿Qué estamos haciendo con la vida? ¿Qué nos estamos haciendo a nosotros mismos? No todos tenemos que hacer todo. No nos vamos a poner taparrabos o a cultivar verduras con estiércol y alimentarnos de moras del monte y de insectos, para evitar el calentamiento global. -Pero la conciencia obliga y quien tiene conciencia, tiene la obligación de pensar en todos, de pensar en plural y no egoístamente.
“El mundo escucha de buen grado a los maestros, a los líderes sociales y a los gobernantes, cuando son también custodios y amigos del cuidado del planeta que el altísimo ha creado. Bendito quien piensa y actúa para todos, pero sobre todo quien consulta a Dios cuando la decisión es compleja y perjudica al sagrado ambiente en que vivimos. El que así pensare y actuare con cordura y sabiduría, siempre contará con el amor del Padre, porque lo que él hizo y nos regaló es bueno, y lo bueno se debe preservar” Palabras de Benedicto XVI
IVÁN QUINTANA
Director Tejemedios
Docente, Licenciado en Educación
Licenciado en Alta Gestión Ambiental
Pontificia Universidad Católica.
