La verdad es que hace tiempo que no escribo; la
vida me ha puesto muchas responsabilidades y prioridades a tiempo completo, sin
embargo, y ante tan aterrador futuro, hoy les entrego mi editorial. No es para
que la acepten a ciegas, es sólo para hacerlos pensar un poco hacia dónde vamos
como país, como sociedad, y las puertas que estamos por abrir sin saber qué hay
del otro lado.
Aunque tengo unas ganas irresistibles de dedicarle
una tremenda columna a Pancho Vidal y su nuevo cargo en el directorio de BancoEstado, no caeré en esa tentación, porque mi interés va más allá
que la vida de un personaje que flota y chupa la teta fiscal de una manera
magistral.
Para todos era una inquietud en pausa el observar
la marginación de Vidal de la arena política. No me lo imaginaba haciendo
clases de historia para vivir, pero la pregunta ya fue respondida. Bachelet le
tendió su mano atea y lo ungió, para que pueda vivir con unos cuantos millones
de pesos mensuales, como miembro de una importante directiva, -ni más ni menos-…Un
profesor que ha llegado lejos con su labia trabajada y su actitud de -lo sé
todo-. Un megalómano político, enfermo de la facha, y con muchos aires de
suficiencia que no logra ocultar. Eso es todo lo que escribiré de Pancho Vidal,
un ejemplo del asco político que muchos sentimos. Fin.
LA EDITORIAL
Michelle Bachelet, defendía el derecho al aborto,
ante todo evento, bajo cualquier circunstancia cuando era presidenta de ONU Mujeres.
Ahora aquí en Chile, bajó un poco la guardia y defiende el aborto bajo tres
situaciones.
1-Peligro de muerte para la madre.
2-Inviabilidad de la gestación o feto.
(Enfermedades)
3-Violación
De estas tres opciones, sólo la inminente muerte de
la madre justifica la interrupción de una vida, puesto que es ella quien como
matriarca, quien puede volver a tener hijos, y es ella quien debe cuidar de
aquellos hijos que están a su resguardo. Para los cristianos creyentes, el
suicidio no está permitido, y esta acción sería el suicidio asistido de la
madre.
Las otras dos opciones, son groseras, y asesinas
por sí mismas, y muestran lo peor del ser humano, muestran el retroceso en los
valores fundamentales de la civilización que queremos construir.
LO CURIOSO
En Chile no existe la pena de muerte, para nadie,
ni para asesinos, ni genocidas, ni para violadores, ni para psicópatas etc, sin embargo, se quiere implantar
la pena de muerte hacia todos aquellos indeseables gestados que no le han hecho
nada malo a nadie. A los inocentes, al futuro de Chile.
Esta idea de legislar sobre el aborto, me recuerda
los mejores tiempos de los gobiernos socialistas en el mundo, quienes hasta entregan
dinero para apoyar la causa del aborto. Es decir, la mujer tiene derecho sobre
su cuerpo y a decidir si el niño o niña nace o no nace.
En un país cristiano en su mayoría, sería bueno
recordarles que según las doctrinas de la iglesia, las mujeres y los hombres no
somos dueños ni siquiera de nuestras propias vidas, y debido a eso no podemos
suicidarnos sin ofender a quien nos ha creado.
Antiguamente, los países bárbaros, y algunas
grandes civilizaciones que se dedicaban a la guerra, practicaban un tipo de
aborto llamado -de selección natural-. Esperaban que los niños nacieran, y si
traían algún defecto físico, eran arrojados desde un acantilado apenas nacidos.
Si no traían características normales, o rostros comunes, también eran
eliminados.
Esparta era una nación que practicaba esta forma de
selección. -Se imaginan ustedes la cantidad de niños con Síndrome de Down que
fueron asesinados- Hoy se les denomina con características especiales y existen
programas de gobierno y educacionales que se encargan de ellos y los incorporan
a la sociedad con éxito. -Pues bien, según la presidenta, esta característica
también califica para un aborto legal que queda a criterio de la madre. -Bienvenidos
a Esparta. O a la Alemania nazi, que también exterminaba a niños con defectos
físicos para mejorar la raza.
Muchos de nosotros, los independientes, los
cristianos, los normales, los trabajadores, las dueñas de casa, etc, hemos
criticado los crímenes de lesa humanidad, los linchamientos, asesinatos y toda
esa porquería seudo-política, que ha teñido de sangre nuestra historia. Yo pido perdón, porque no saben lo que hacen, y me avergüenzo
de las decisiones que toman algunos representantes políticos de mi país. Siento vergüenza de saber que le doy la
espalda a Dios por omisión al no participar de actos en contra de esta ley, al
no conversar de esto para no entrar en discusiones, al no gritar que todos
quienes promueven la muerte, están desquiciados. -Esto es un sentimiento muy
fuerte para mí, y en este breve texto lo he dejado escapar, he escrito lo que
pienso y declaro. Esta es mi verdad, esto es lo que siento. -Vergüenza absoluta
y genuina-
Muchos no compartirán lo que aquí escribo, y
realmente lo lamento, sin embargo no me importa para nada, y llamo a los
políticos que defienden la vida a no quedarse callados, que no teman perder
votos si apoyan una oposición fuerte y férrea en contra de la legalización del
aborto. Y pido al clero que invite a la reflexión en cada misa que se celebre
en el nombre de Dios, y si no lo hacen, Dios se preguntará por qué. -Dejad que
los niños vengan a mí, porque de ellos es el reino de los cielos, amén.
Un pensamiento que me da vueltas.
Un hombre viola a una mujer, ese hombre la
embaraza, ese hombre se hace el desentendido, ese hombre vuelve a lo suyo, ese
hombre come, duerme, ve tele, ese hombre ríe, ese hombre ve el mundial, ese
hombre jura amor, ese hombre hace el amor, ese hombre trabaja, ese hombre se da
pequeños gustos con su dinero, ese hombre vota, ese hombre va al baño, ese
hombre camina por la calle, ese hombre es hombre, piensa, siente, habla y goza
la vida a concho.
La mujer se embaraza, la mujer se esconde, la mujer
llora, la mujer se desespera, la sociedad la critica, la sociedad la condena,
la mujer piensa, la mujer piensa mal, la mujer decide mal.
El hijo o hija es asesinado, el hijo o hija, no
nace, no vive, no ríe, no ama, no ve el azul del cielo, no sabe de navidades,
no sabe de cumpleaños, él es un cadáver cercenado, desmembrado a pedazos, o un
cadáver cocido en una solución salina. Ese cadáver termina en un horno, en la
basura de desecho industrial, o en un frasco de estudio. -Ese es el maldito
aborto, sin adornos, sin frases bonitas, el aborto es muerte para el que no
puede defenderse, es un acto realizado en total ausencia del amor.
REFLEXIÓN
Aquí el hombre debería recibir una sanción elevada,
ejemplar. Se debería legislar para que no escape, para que pague con la más
severa condena que la ley le pueda dar. Sobre eso se debe legislar.
A la madre se le debe dar atención psicológica y
psiquiátrica gratuita por los años que sea necesario, y jamás dejarla sola.
Amarla, quererla y respetarla en toda su gran magnitud de mujer, de hacedora
del milagro de la vida. A eso es a lo que se debe apuntar y legislar.
Sin embargo, lo que se hace es hacer pagar con su
vida al único ser inocente, al único que no cometió ninguna falta, ni contra la
moral, ni contra las buenas costumbres, ni contra la sociedad, a ese ser puro,
se le dicta sentencia de muerte.
Me da vergüenza que muchos digan entre cuatro paredes que el aborto
es malo, que manden a sus hijos a colegios católicos y que en público sean
borregos y no se opongan enérgicamente a esta abominación.
Y lo más importante de todo, me da miedo pensar
hacia dónde vamos como país, me da miedo que esta puerta que quieren abrir, sea
una caída eterna hacia lo peor del ser humano.
Iván Quintana
Director
Tejemedios.cl