LA INMUNDA MARCHA POR LA MUERTE

“la intolerancia de los fanáticos y su violenta irracionalidad ha sido una gran ofensa a Dios y a toda la comunidad de los creyentes en Cristo."

Es muy difícil para mí no tratar de animales, enajenados mentales o basura podrida a todos quienes irrumpieron en la Catedral de Santiago, para gritar consignas abortivas, en lo que para todos los bautizados reconocemos y aceptamos como un lugar consagrado. Un lugar donde se encuentra Dios, Cristo y el Espíritu Santo. Cómo no condenar a cada uno de quienes influenciados por una fuerza siniestra rayaron la catedral con obscenidades y profanaron lo más santo en la tierra para cualquier creyente “el hogar del Padre y del Hijo”. Se que cualquier católico observante y respetuoso me criticaría, por lo tanto no trataré a esta pobre gente enferma con un vocabulario soez. Sin embargo quiero decir que al igual que miles de católicos y cristianos, no puedo aceptar que personas que tuvieron el privilegio de nacer, digan que el aborto es legítimo. -Nadie puede disponer de vidas ajenas, ni siquiera de la propia. -Por último quiero recordarles a todos que en Chile no existe la pena de muerte, por lo tanto nadie puede legislar para aprobar que a un feto se le despedace por succión, o se le inyecte una solución ácida o salina, para cocerlo por dentro hasta que muera desangrado en la matriz de quien debía amarlo y cuidarlo.

Yo conozco personas que mandan a sus hijos a preparase para la primera comunión sin ser católicos, quizás por moda, o porque creen que una religión es igual a cualquier otra, o porque no hacerlo es malo para los valores de sus hijos, sin embargo y a pesar de lo que dice la iglesia, están de acuerdo con el aborto.

Otra cosa que me tiene preocupado, es la simpatía que le provoca a la nueva mayoría, el derecho al aborto. Chile es un país cristiano, y aún sabiendo que la mayoría de los partidos de la Nueva Mayoría, apoyan esto, no puedo dejar de pensar en el indignante silencio del partido Demócrata Cristiano, quien no se pronuncia al respecto y pareciera ser que los valores están siendo doblegados por los cupos parlamentarios
“Invitó a todos los fieles católicos “a invocar humildemente el perdón de Dios por las ofensas de esos fanáticos. Una vez más la violencia es la razón de quienes no saben usar la razón. Pedimos Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”.

CARTA DEL ARZOBISPO RICARDO EZZATI

Hermanos y hermanas en el Señor;

Les escribo antes que termine el día de la festividad de Santiago Apóstol, Patrono de nuestra Arquidiócesis y de la ciudad de Santiago. Lo hago con dolor y al mismo tiempo con serenidad y el corazón en paz.

Esta tarde la hermosa celebración eucarística de la Catedral Metropolitana, ha sido violentamente perturbada por un grupo de anárquicos que irrumpieron en el templo gritando consignas contra la vida y a favor del aborto. Por más de veinte minutos intentaron interrumpir la celebración, la que, a pesar de todo, gracias a la entereza de los fieles pudo llegar hasta el final.

La intolerancia de los fanáticos y su violenta irracionalidad ha sido una grave ofensa a Dios y a toda la comunidad de los creyentes en Cristo, ha dejado huellas dolorosas en agresiones y maltrato a varias personas y en la destrucción y daño al patrimonio artístico religioso del principal templo del país. Frente a lo ocurrido:
Invito a todos los fieles católicos a invocar humildemente el perdón de Dios por las ofensas de esos fanáticos. Una vez más, la violencia es la razón de quienes no saben usar la razón. Con Jesús en la Cruz pedimos: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
Recuerdo que impedir la celebración de la Santa Misa y profanar un lugar sagrado son hechos que revisten una especial gravedad, por la intolerancia que suponen y por el agravio a la libertad religiosa y de culto. Esta garantía, derecho fundamental de toda persona humana, está reconocida tanto en nuestra Constitución Política como en todos los instrumentos internacionales ratificados por nuestro país.

Como un acto de reparación y para tomar conciencia de lo ocurrido el Templo Catedral permanecerá cerrado desde esta noche y hasta el miércoles 31 de julio. A las 12:30 horas de ese día tendrá lugar una celebración de desagravio, a la cual convoco a todos los feligreses de la Iglesia de Santiago.

Decreto que en las celebraciones eucarísticas de este sábado y domingo, en cada comunidad se ore por la Iglesia, por la cordura y la paz de todos los chilenos y, de manera especial, para que se destierre de entre nosotros toda intolerancia, odio y violencia.

Finalmente, no puedo callar mi desconcierto y desazón frente a quienes tienen la grave responsabilidad y obligación de garantizar la libertad y la seguridad de todas las personas. La Catedral Metropolitana es un lugar abierto al público, declarado Monumento Nacional, donde cada día acuden centenares de ciudadanos, que en estos últimos tiempos se han visto amenazados por la instalación de bombas y por otras agresiones
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Esperamos a futuro gozar del resguardo preventivo al cual tenemos derecho.

Con la bendición del Señor, los saludo con afecto fraterno y les deseo días de paz y prosperidad.

Su Padre y Obispo, Ricardo Ezzatti Andrello

Los Diez Mandamientos para quienes los olvidaron:

1. Amarás a Dios sobre todas las cosas (Éxodo 20:1-6)
"Yo soy el Señor tu Dios. Yo te saqué de Egipto, del país donde eras esclavo. No tengas otros dioses además de mí. No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación. Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones."

2. No pronunciarás el nombre de Dios en vano (Éxodo 20:7).
"No pronuncies el nombre del Señor tu Dios a la ligera. Yo, el Señor no tendré por inocente a quien se atreva a pronunciar mi nombre a la ligera."

3. Santificarás el día del Señor (Éxodo 20:8-11).
"Acuérdate del sábado, para consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. Acuérdate de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y consagró el día de reposo."

4. Honrarás a tu padre y a tu madre (Éxodo 20:12).
"Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios."

5. No matarás (Éxodo 20:13).
"No mates."

6. No cometerás actos impuros (Éxodo 20:14).
"No cometas adulterio con la mujer o el hombre que no te pertenece. No engañarás a los que forman tu hogar, ni amarás a mujeres perdidas y sin moral"

7. No robarás a nadie y en ningún sentido (Éxodo 20:15).
"No robes."

8. No dirás falsos testimonios ni mentirás (Éxodo 20:16).
"No des falso testimonio en contra de tu prójimo, no inventes de otro lo que no es cierto."

9. No consentirás pensamientos o deseos impuros (Éxodo 20:17a).
"No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa ni su esposo…"

10. No codiciarás los bienes ajenos (Éxodo 20:17b).
"…ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca."

El gran mandamiento (Mateo 22:34-40).
Vemos en el Nuevo Testamento que en una ocasión unos fariseos, expertos en la ley, quisieron poner en prueba a Jesús y avergonzarlo públicamente al confrontarlo con la siguiente pregunta: ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?

Jesús respondió: "Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente. Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. El segundo se parece a éste: Ama a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas."

Con esta respuesta sabia Jesús simplifica la ley de Dios al enfocarse en lo que esencialmente motiva al ser humano a actuar: La condición del corazón. La persona que verdaderamente ama a Dios nunca podrá confesar a otros dioses, ni adorar ídolos, ni tomar el nombre de Dios en vano, ni dejar de apartar tiempo durante de la semana para adorarle y darle las gracias por su bondad y amor hacia nosotros. Igualmente, la persona que ama a su prójimo como así mismo le mostrara respeto, honor y valor.

Las personas que tienen su corazón lleno de odio y de pecado se sienten más cómodas rechazando a Dios completamente y no tienen la capacidad de respetar al prójimo. Así que el amor, de acuerdo a Jesús, es lo que nos permite cumplir con los requisitos de Dios. Vivir en amor es vivir en rectitud. No hay condena contra el amor.

Para Tejemedios escribió:
IVÁN QUINTANA ABELLO
DIRECTOR TEJEMEDIOS